
martes, 24 de febrero de 2015
EL COLONIALISMO ESPAÑOL EN MARRUECOS
Entre 1859 y 1912 el interés de España por Marruecos no hizo mas que crecer. Posteriormente, en un clima caracterizado por el triunfante imperialismo decimónico europeo, Marruecos se fue convirtiendo en tierra de promisión para diversos sectores de la sociedad española: políticos, económicos y sociales.
Es a mediados del siglo XIX cuando España comienza su espansión colonial por África.
En 1859, la resistencia a los abusos españoles por parte de los habitantes de Anyera, es tomada como pretesto por O’Donell para invadir Marruecos. El 22 de Octubre de ese mismo año , las Cortes declaran la guerra con la aprobación de todos los partidos políticos.
¿Por qué no podía Marruecos conquistados convertirse en El Dorado al alcance de los miserables campesinos españoles?
A comienzos de 1860 Marruecos cedió Infi y prometió pagar una indemnización de 20 millones de duros, quedando la plaza Tetuán como garantia de pago.Y 33 años después de la guerra de 1860 aún no habían podido llevarse a cabo los acuerdos impuestos a Marruecos pos la fuerza.
Finalizaba el siglo XIX y nuestro colonialismo era incapaz de proceder a la ejecución de los tratados.
El nuevo siglo comenzaba con el empate entre marroquíes y españoles, mientras cubanos y filipinos expulsaban al colonialismo español.
En el acuerdo franco-español del 3 de Octubre de 1904, se deja fuera de la zona española a Fez y Taza, se reduce la zona de influencia del sur marroquí y se decide que Tánger sea objeto de un régimen especial.
El 1 de Julio de 1911 para conseguir que los alemanes dejaran en paz al colonialismo francohispano que se apresuraba a hincar el cuchillo en Marruecos, Francia cedía a Alemania una parte del Congo.
Marruecos es uno de los poco países no europeos que alcanza el siglo XX en plena independencia.
El pueblo marroquí buscó una salida que lo liberase de la avalancha de los colonialistas y de las conspiraciones de los intrigantes o traidores. Surgió en el país un movimiento nacionalista que comenzó bajo la dirección de Chej Ma’el Ainin.
La conferencia de Algeciras reconoció la libertad e independencia de Marruecos y colocó a Francia y España en una situación de privilegio.
El pueblo marroquí no se vio satisfecho, ya que no querían que éstos tubieran un “papel distinto” a los otros países. El pueblo proclamó un Pacto nacional y constitucional que imponía al nuevo rey:
– Recuperar las regiones separadas de las fronteras marroquíes.
– Expulsar al ocupante
– Abolición del acta de Algeciras (el pueblo no había tenido participación)
– Trabajar por la abolición de los privilegios extranjeros.
– No consultar a los extranjeros asustos de la nación.
– No concertar con éstos acuerdos pacíficos o comerciales sin consultar a la nación.
A excepción de las grandes ciudades y puertos, firmemente controlados por el colonialismo hispanofrancés, todo el país se encontraba en una encarnizada lucha contra la ocupación extranjera.
El afán de algunos militares españoles y la atracción que suponía para la oligarquía la política imperialista de Francia, llevaron a España a violar la independencia del Estado marroqí.
En Junio de 1909 tal era el clima de agitación anticolonial que hasta el diario madrileño La correspondencia de España, de tendencia monarquica, publica: “Contra un país es imposible luchar y España no quiere ni oir hablar de Marruecos”
Los días entre el 9 y el 17 de Julio transcurrieron con completa normalidad y sin que los marroquíes atacasen, pero los días 18 y 20 lo hicieron con energía, teniendo que retroceder aún más el ejercito de ocupación.
La estrepitosa derrota en el Barranco del Lobo abre un paréntesis de calma hasta el otoño y a finales de Noviembre se marca el fin de esta campaña.
El fuerte sentimiento nacional de los marroquíes, la firme protesta del proletariado español y la ineptitud de nuestro ejército, serían los tres principales obstáculos que encontró el colonialismo español en sus deseos de expansión de 1909.
-> No es colonialista quien quiere, sino quien puede, era la lección de los hechos.
No es menos cierto que, a medida que se descubría que Marrucos no poseía las riquezas que se pensaba y que el disfrute de las existencias suponía un coste elevado en recursos y en vidas humanas, comenzaron a producirse las primeras deserciones de la unanimidad colonialista.
Entre 1859 y 1912 el interés de España por Marruecos no hizo mas que crecer. Posteriormente, en un clima caracterizado por el triunfante imperialismo decimónico europeo, Marruecos se fue convirtiendo en tierra de promisión para diversos sectores de la sociedad española: políticos, económicos y sociales.
Es a mediados del siglo XIX cuando España comienza su espansión colonial por África.
En 1859, la resistencia a los abusos españoles por parte de los habitantes de Anyera, es tomada como pretesto por O’Donell para invadir Marruecos. El 22 de Octubre de ese mismo año , las Cortes declaran la guerra con la aprobación de todos los partidos políticos.
¿Por qué no podía Marruecos conquistados convertirse en El Dorado al alcance de los miserables campesinos españoles?
A comienzos de 1860 Marruecos cedió Infi y prometió pagar una indemnización de 20 millones de duros, quedando la plaza Tetuán como garantia de pago.Y 33 años después de la guerra de 1860 aún no habían podido llevarse a cabo los acuerdos impuestos a Marruecos pos la fuerza.
Finalizaba el siglo XIX y nuestro colonialismo era incapaz de proceder a la ejecución de los tratados.
El nuevo siglo comenzaba con el empate entre marroquíes y españoles, mientras cubanos y filipinos expulsaban al colonialismo español.
En el acuerdo franco-español del 3 de Octubre de 1904, se deja fuera de la zona española a Fez y Taza, se reduce la zona de influencia del sur marroquí y se decide que Tánger sea objeto de un régimen especial.
El 1 de Julio de 1911 para conseguir que los alemanes dejaran en paz al colonialismo francohispano que se apresuraba a hincar el cuchillo en Marruecos, Francia cedía a Alemania una parte del Congo.
Marruecos es uno de los poco países no europeos que alcanza el siglo XX en plena independencia.
El pueblo marroquí buscó una salida que lo liberase de la avalancha de los colonialistas y de las conspiraciones de los intrigantes o traidores. Surgió en el país un movimiento nacionalista que comenzó bajo la dirección de Chej Ma’el Ainin.
La conferencia de Algeciras reconoció la libertad e independencia de Marruecos y colocó a Francia y España en una situación de privilegio.
El pueblo marroquí no se vio satisfecho, ya que no querían que éstos tubieran un “papel distinto” a los otros países. El pueblo proclamó un Pacto nacional y constitucional que imponía al nuevo rey:
– Recuperar las regiones separadas de las fronteras marroquíes.
– Expulsar al ocupante
– Abolición del acta de Algeciras (el pueblo no había tenido participación)
– Trabajar por la abolición de los privilegios extranjeros.
– No consultar a los extranjeros asustos de la nación.
– No concertar con éstos acuerdos pacíficos o comerciales sin consultar a la nación.
A excepción de las grandes ciudades y puertos, firmemente controlados por el colonialismo hispanofrancés, todo el país se encontraba en una encarnizada lucha contra la ocupación extranjera.
El afán de algunos militares españoles y la atracción que suponía para la oligarquía la política imperialista de Francia, llevaron a España a violar la independencia del Estado marroqí.
En Junio de 1909 tal era el clima de agitación anticolonial que hasta el diario madrileño La correspondencia de España, de tendencia monarquica, publica: “Contra un país es imposible luchar y España no quiere ni oir hablar de Marruecos”
Los días entre el 9 y el 17 de Julio transcurrieron con completa normalidad y sin que los marroquíes atacasen, pero los días 18 y 20 lo hicieron con energía, teniendo que retroceder aún más el ejercito de ocupación.
La estrepitosa derrota en el Barranco del Lobo abre un paréntesis de calma hasta el otoño y a finales de Noviembre se marca el fin de esta campaña.
El fuerte sentimiento nacional de los marroquíes, la firme protesta del proletariado español y la ineptitud de nuestro ejército, serían los tres principales obstáculos que encontró el colonialismo español en sus deseos de expansión de 1909.
-> No es colonialista quien quiere, sino quien puede, era la lección de los hechos.
No es menos cierto que, a medida que se descubría que Marrucos no poseía las riquezas que se pensaba y que el disfrute de las existencias suponía un coste elevado en recursos y en vidas humanas, comenzaron a producirse las primeras deserciones de la unanimidad colonialista.
Nació en Cuenca se cree que entre 1466 y 1470.
Ojeda estuvo al servicio del duque de Medinaceli y fue protegido del obispo Juan Rodríguez de Fonseca. Embarca a finales de 1493 en el segundo viaje de Cristóbal Colón. En la isla de La Española Colón le hizo el encargo de dominar a uno de los señores más aguerridos y opuestos a los españoles, de origen caribe, que reinaba en la zona central de la isla y en las minas de Cibao: Caonabo. Ojeda se presentó en el lugar de Caonabo, ganó su confianza y lo hizo preso. Tomó parte en la batalla de la Vega Real, frente a un numeroso ejército de indios.
Regresó a España y fue el primero en inaugurar lo que se ha dado en llamar 'viajes menores' o 'viajes andaluces'. Su primera expedición zarpó del Puerto de Santa María el 18 de mayo de 1499. Financiado por comerciantes de Sevilla, Ojeda recorre Paria, Araya y Margarita, acompañado de Juan de la Cosa y Américo Vespucio. La exploración sigue por costas cumanesas, pasando luego por cabo Codera, La Vela de Coro, el cabo de San Román y la isla de Curazao(denominada de Los Gigantes). Después reconoce el golfo de Venezuela y llega hasta el cabo de La Vela. Desde el punto de vista geográfico, este viaje sirve para que Juan de la Cosa -navegante y famoso cartógrafo español- levante un mapa del Nuevo Mundo. Según la tradición, es en ese viaje cuando el cartógrafo florentino Américo Vespucio, al contemplar los palafitos en el lago de Maracaibo, llama a estos paisajes "Venezuela", pequeña Venecia, en recuerdo de la ciudad italiana.
Ojeda y sus hombres son más afortunados que Colón, pues consiguen oro y perlas con las cuales regresan a España vía La Española. En una segunda expedición firmó una nueva capitulación con los reyes el 8 de junio de 1501 y fue nombrado gobernador de Coquibacoa. Formó compañía con Juan de Vergara y García de Campos y fletaron cuatro carabelas. Partiendo del cabo Verde, llegó a la isla Margarita, y recorrió la costa de Curiana hasta llegar a Paraguana. Durante el viaje cometió algunos excesos con los portugueses y con los indios, por lo que fue encarcelado. En el año 1504 quedó libre gracias a Fonseca.
En 1508 fue nombrado gobernador de Urabá. Partió de La Española al año siguiente aunque volvió a fracasar. En la expedición perdió la vida Juan de la Cosa en un enfrentamiento con los indios.
Alonso de Ojeda murió el 8 de febrero de 1515 en Santo Domingo.
lunes, 16 de febrero de 2015
`ANDRÉ DERAIN´ POR HENRI MATISSE
Este trabajo se realizó durante unas vacaciones en el puerto pesquero de Collioure en el sur de Francia en 1905, cuando Matisse y Derain pintó los retratos de uno al otro. Bajo la influencia de Matisse, Derain había comenzado a utilizar colores fuertes, no naturalista, aplicados en pequeñas pinceladas separadas, para transmitir las sensaciones de luz y sombra. Su uso radical de color llevó críticos describen ellos y sus asociados como "fauves" o bestias salvajes, y 'fauvismo' se convirtió en un importante paralelo al auge del expresionismo en Alemania.

Este trabajo se realizó durante unas vacaciones en el puerto pesquero de Collioure en el sur de Francia en 1905, cuando Matisse y Derain pintó los retratos de uno al otro. Bajo la influencia de Matisse, Derain había comenzado a utilizar colores fuertes, no naturalista, aplicados en pequeñas pinceladas separadas, para transmitir las sensaciones de luz y sombra. Su uso radical de color llevó críticos describen ellos y sus asociados como "fauves" o bestias salvajes, y 'fauvismo' se convirtió en un importante paralelo al auge del expresionismo en Alemania.
GUERRA RUSO-JAPONESA
Tanto el emperador japonés, Matsu-hito, como el zar ruso, Nicolás II Romanoff, abrigaban propósitos expansionistas: ampliar territorio equivalía a obtener más y mejores puertos y ventajas comerciales; ambos ambicionaban anexar a Corea. Con una soberbia que no sólo le impedía ver que su pueblo moría de hambre, que su país decaía por los efectos de una economia estancada, y que Japón había alcanzado un desarrollo tecnológico y militar similar al de Occidente, Romanoff hostigó al país del Sol Naciente hasta que la flota nipona destrozó a la rusa en Port Arthur, en 1904, y, simultáneamente, se apoderó de Corea.
Tanto el emperador japonés, Matsu-hito, como el zar ruso, Nicolás II Romanoff, abrigaban propósitos expansionistas: ampliar territorio equivalía a obtener más y mejores puertos y ventajas comerciales; ambos ambicionaban anexar a Corea. Con una soberbia que no sólo le impedía ver que su pueblo moría de hambre, que su país decaía por los efectos de una economia estancada, y que Japón había alcanzado un desarrollo tecnológico y militar similar al de Occidente, Romanoff hostigó al país del Sol Naciente hasta que la flota nipona destrozó a la rusa en Port Arthur, en 1904, y, simultáneamente, se apoderó de Corea.
La guerra duró solo un año. Se combatió por tierra en Manchuria, pero el aniquilamiento de los barcos rusos en Tsushima obligó al zar a declararse vencido, y en septiembre de 1905 su delegado firmó la rendición. Japón obtuvo derechos ferroviarios en Manchuria, los puertos de Dairén y Port Arthur, la península de Liaotung, la mitad de la isla de Sahalín y el reconocimiento ruso de su derecho a Corea.
Tras la victoria japonesa en la guerra con China, la presión de Rusia, apoyada por Alemania, había obligado al Japón a devolver Port Arthur y Manchuria a China. Rusia, incumpliendo la promesa hecha a Japón, ocupó Manchuria tras la revuelta de los Boxers chinos y obtuvo el arrendamiento de Port Arthur como base naval libre de hielos que permitía a su flota de extremo oriente un puerto libre de hielos.
La ocupación de Manchuria por Rusia significaba una amenaza para Corea, cuyo gobierno era tributario del Japón. La infiltración de agentes rusos en Corea trajo como resultado que el gobierno coreano, deseoso de librarse de la tutela japonesa, les concediera una base naval próxima a las costas del Japón.
El gobierno japonés, considerando la penetración rusa en Manchuria y Corea una amenaza a su seguridad, requiere a Rusia para que abandone Manchuria en cumplimiento de los acuerdos de 1900. Rusia dilata las conversaciones diplomáticas durante 2 años. Japón harto de esperar en vano la respuesta rusa, rompe relaciones diplomáticas el 6 de febrero de 1904.
HEIHACHIRO

(Kagoshima, 1847 - Tokio, 1934) Almirante japonés. Hijo de un samurái del clan Satsuma, a los 16 años tomó parte en la defensa de la ciudad contra los ingleses, el 15 de abril de 1863. En 1867 Togo servía en el primer barco de guerra de su clan, el "Kasuga Maru", con la misión de proteger el servicio de transportes entre Kagoshima y Kobe, con el cual persiguió a la flota rebelde del shogunado hacia Yesso. En marzo de 1871 viajó a Inglaterra para instruirse; estudió ciencia naval en la Real Academia de Marina de Greenwich en Londres hasta 1878.
Nominado en 1891 comandante del crucero acorazado "Naniwa", el 25 de julio de 1894 hundió un buque inglés al servicio de China, con lo que provocó de este modo la Guerra Chino-Japonesa (1894-1895). Tomó parte activa en la victoria naval de la desembocadura del Yalu, en la ocupación de la península de Pescadores y en el bloqueo de Wei-hai-wei; por todo ello fue promovido a contraalmirante con una pensión vitalicia. En 1898 fue nombrado vicealmirante y jefe de la nueva estación de Maizuru, en el mar del Japón. En diciembre de 1903 sería nombrado comandante en jefe de la flota y almirante en 1904.
El 8 de febrero de 1904 atacó la escuadra rusa en Port-Arthur y en la rada de Chelumpo, donde se encontraba el cañonero ruso "Korietz". De este modo, sin declaración, comenzaba la guerra ruso-japonesa. Togo cumplió con su misión de ahorrar la fuerza de ataque de su flota y cubrir los transportes de tropas por medio de ataques frente a Port-Arthur, hasta que un ataque sorpresa, en noviembre de 1904, a la cota 203, decidió la suerte de los barcos refugiados en Port-Arthur. Togo cubrió con sus barcos el desembarco de las fuerzas niponas, que conquistaron la plaza.
Nominado en 1891 comandante del crucero acorazado "Naniwa", el 25 de julio de 1894 hundió un buque inglés al servicio de China, con lo que provocó de este modo la Guerra Chino-Japonesa (1894-1895). Tomó parte activa en la victoria naval de la desembocadura del Yalu, en la ocupación de la península de Pescadores y en el bloqueo de Wei-hai-wei; por todo ello fue promovido a contraalmirante con una pensión vitalicia. En 1898 fue nombrado vicealmirante y jefe de la nueva estación de Maizuru, en el mar del Japón. En diciembre de 1903 sería nombrado comandante en jefe de la flota y almirante en 1904.
El 8 de febrero de 1904 atacó la escuadra rusa en Port-Arthur y en la rada de Chelumpo, donde se encontraba el cañonero ruso "Korietz". De este modo, sin declaración, comenzaba la guerra ruso-japonesa. Togo cumplió con su misión de ahorrar la fuerza de ataque de su flota y cubrir los transportes de tropas por medio de ataques frente a Port-Arthur, hasta que un ataque sorpresa, en noviembre de 1904, a la cota 203, decidió la suerte de los barcos refugiados en Port-Arthur. Togo cubrió con sus barcos el desembarco de las fuerzas niponas, que conquistaron la plaza.
Rusia envió la flota de refuerzo bajo Rodjestuensky, y éste hubo de rodear África para llegar a la bahía de Tsushima, escenario donde se libraría la batalla decisiva, a finales de mayo de 1905. El almirante japonés disponía de cuatro acorazados, ocho cruceros acorazados, dieciséis cruceros y veintiún destructores frente a once acorazados, un crucero acorazado, ocho cruceros y nueve destructores rusos.
Togo envió sus cruceros para tener un contacto visual y forzó un combate artillero contra la armada rusa. En 35 minutos desorganizó sus líneas y al retirarse los barcos rusos hacia Vladivostok, consiguió acosarles hasta convertir la batalla en la mayor victoria conseguida por un bando con barcos de vapor y sin el apoyo de la aviación. Japón tuvo 117 muertos y Rusia cerca de 4.800. Togo destruyó 25 de los 33 barcos rusos, y la victoria supuso la aniquilación de la flota rusa del Báltico. Su maniobra sería en adelante utilizada por los franceses e ingleses.
Este decisivo triunfo significó también la primera ocasión en que una nación asiática vencía a una nación europea, y forzó a los países occidentales a considerar Japón como un igual. El hundimiento posterior del buque de Togo, el "Mikasa", el 10 de septiembre de 1905, en Sasebo, fue producto de una inflamación espontánea de polvorín. El barco sería reparado en 1927, luego introducido en una fosa que se rellenó con cemento en Yokusaka, y se convirtió en un monumento nacional. Se conserva, además, el camarote del almirante, así como ropa y objetos personales.
En 1913 ascendió al cargo de Almirante de la flota imperial japonesa y Canciller del emperador. De 1914 a 1924 estuvo a cargo de la educación del futuro emperador Hirohito. Obtuvo además los títulos de conde en 1907 y marqués en 1934.
lunes, 9 de febrero de 2015
` LA LIBERTAD GUIADO AL PUEBLO ´
EUGÈNE DELACROIX
“La Libertad guiando al pueblo” es una obra cargada de simbolismo. La Libertad, figura femenina con pechos descubiertos, bandera en alto y gorro frigio, encabeza la acometida popular, alzada sobre un grupo de soldados muertos. Entre la multitud se identifican rostros conocidos como Gavroche o Fréderic Villot, director del Louvre y amigo personal de Delacroix. Técnicamente es también una obra extraordinaria, en la que el recuerdo de la impresionante “La balsa de la medusa” de Gericault está presente en la composición, pero acabada con la pincelada suelta y ágil propia de Delacroix. Imagen indisolublemente asociada a la Revolución Francesa, “La Libertad” demuestra la capacidad de la pintura no sólo para impresionar y emocionar, sino también para convertirse en el símbolo de una época.
“La Libertad guiando al pueblo” es una obra cargada de simbolismo. La Libertad, figura femenina con pechos descubiertos, bandera en alto y gorro frigio, encabeza la acometida popular, alzada sobre un grupo de soldados muertos. Entre la multitud se identifican rostros conocidos como Gavroche o Fréderic Villot, director del Louvre y amigo personal de Delacroix. Técnicamente es también una obra extraordinaria, en la que el recuerdo de la impresionante “La balsa de la medusa” de Gericault está presente en la composición, pero acabada con la pincelada suelta y ágil propia de Delacroix. Imagen indisolublemente asociada a la Revolución Francesa, “La Libertad” demuestra la capacidad de la pintura no sólo para impresionar y emocionar, sino también para convertirse en el símbolo de una época.
En el cuadro aparecen jóvenes, adultos, clase obrera, burgueses y soldados defendiendo a la Libertad que, como ya se ha dicho, en este caso se identifica también con Francia y es representada como una mujer empuñando un fusil de la época (rasgo realista) y con el pecho al descubierto, hecho este último que escandalizó a críticos y a parte de la sociedad de la época. Entre los muertos del primer plano (abajo, a la derecha del espectador) aparecen también soldados leales a Carlos X.
El personaje del sombrero es un burgués, en el que se autorretrata Delacroix a pesar de que no participó en los hechos. En una carta fechada el 18 de octubre de 1830 escribió a su hermano: "He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada...y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella". Aunque, como era habitual en los románticos, Delacroix criticaba a la pequeña burguesía por su estrechez de miras, él mismo procedía de una familia de la alta burguesía y frecuentaba los salones y los ambientes de las altas esferas burguesas. Por otra parte, así como fue revolucionario en 1830, adoptó una postura contrarrevolucionaria en 1848, en la que comienza a emerger la clase obrera (ese año Marx publica su Manifiesto Comunista). En cualquier caso como ocurrió con David, fue un autor políticamente comprometido.
La figura de la Libertad (que recuerda a algunos la Venus de Milo y a otros la Victoria alada de Samotracia) porta dos símbolos revolucionarios: el gorro frigio y la bandera tricolor, que el nuevo régimen -a pesar de ser monárquico- adoptó nuevamente. En segundo plano, a la derecha del espectador, encontramos Notre-Dame de París, en una de cuyas torres ondea la bandera revolucionaria, quizás para afirmar el sometimiento de la iglesia, que había sido uno de los apoyos de la restauración borbónica.
El personaje del sombrero es un burgués, en el que se autorretrata Delacroix a pesar de que no participó en los hechos. En una carta fechada el 18 de octubre de 1830 escribió a su hermano: "He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada...y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella". Aunque, como era habitual en los románticos, Delacroix criticaba a la pequeña burguesía por su estrechez de miras, él mismo procedía de una familia de la alta burguesía y frecuentaba los salones y los ambientes de las altas esferas burguesas. Por otra parte, así como fue revolucionario en 1830, adoptó una postura contrarrevolucionaria en 1848, en la que comienza a emerger la clase obrera (ese año Marx publica su Manifiesto Comunista). En cualquier caso como ocurrió con David, fue un autor políticamente comprometido.
La figura de la Libertad (que recuerda a algunos la Venus de Milo y a otros la Victoria alada de Samotracia) porta dos símbolos revolucionarios: el gorro frigio y la bandera tricolor, que el nuevo régimen -a pesar de ser monárquico- adoptó nuevamente. En segundo plano, a la derecha del espectador, encontramos Notre-Dame de París, en una de cuyas torres ondea la bandera revolucionaria, quizás para afirmar el sometimiento de la iglesia, que había sido uno de los apoyos de la restauración borbónica.
SANTA ALIANZA
Fue el pacto que firmaron en septiembre de 1815, tres meses más tarde de la conclusión del Congreso de Viena, a iniciativa del Zar Alejandro I,Rusia, Francisco I de Austria y Federico Guillermo III de Prusia. Aunque de naturaleza política, formalmente sus signatarios se guiaron por principios de carácter religioso, es decir, los de la religión cristiana.
La Santa Alianza tuvo como objetivo primordial el mantenimiento delstatu quo* del absolutismo en Europa tras la caída de Napoleón e impedir el surgimiento y propagación de movimientos revolucionarios o liberales.
Tras la incorporación de Inglaterra meses más tarde (Cuádruple Alianza)y de Francia en 1818 (Quíntuple Alianza) se celebraron varios congresos que sirvieron para garantizar el mantenimiento del compromiso (Europa de los Congresos) y controlar la situación internacional.
La Santa Alianza intervino en diversas ocasiones, así sucedió en 1821 cuando las tropas austríacas se involucraron en Italia para restituir el absolutismo en el Reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia), o con la intervención de las tropas francesas en 1823 en España. En esta última los llamados Cien Mil Hijos de San Luis terminaron con la experiencia constitucional del denominado Trienio Liberal (1820-1823) y restauraron al rey Fernando VII como rey absoluto.
La Santa Alianza concluyó su acción en 1825, tras la muerte del su principal valedor, el Zar Alejandro I de Rusia.
Fue el pacto que firmaron en septiembre de 1815, tres meses más tarde de la conclusión del Congreso de Viena, a iniciativa del Zar Alejandro I,Rusia, Francisco I de Austria y Federico Guillermo III de Prusia. Aunque de naturaleza política, formalmente sus signatarios se guiaron por principios de carácter religioso, es decir, los de la religión cristiana.
La Santa Alianza tuvo como objetivo primordial el mantenimiento delstatu quo* del absolutismo en Europa tras la caída de Napoleón e impedir el surgimiento y propagación de movimientos revolucionarios o liberales.
Tras la incorporación de Inglaterra meses más tarde (Cuádruple Alianza)y de Francia en 1818 (Quíntuple Alianza) se celebraron varios congresos que sirvieron para garantizar el mantenimiento del compromiso (Europa de los Congresos) y controlar la situación internacional.
La Santa Alianza intervino en diversas ocasiones, así sucedió en 1821 cuando las tropas austríacas se involucraron en Italia para restituir el absolutismo en el Reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia), o con la intervención de las tropas francesas en 1823 en España. En esta última los llamados Cien Mil Hijos de San Luis terminaron con la experiencia constitucional del denominado Trienio Liberal (1820-1823) y restauraron al rey Fernando VII como rey absoluto.
La Santa Alianza concluyó su acción en 1825, tras la muerte del su principal valedor, el Zar Alejandro I de Rusia.
martes, 3 de febrero de 2015
KLEMENS METTERNICH
Clemens Wenceslao (Klemens Metternich, en Alemán) nació el 15 de mayo de 1773 en Coblenza, en la Renania (Alemania) Fue el hijo mayor del conde Franz Georg Karl von Metternich-Winneburg-Beilstein, diplomático (y, en el momento de nacer Metternich, embajador de Austria ante las cortes de los electores de Tréveris, Colonia y Maguncia), y la condesa Maria Beatrice Aloisia von Kagenegg.
Cursó estudios en las universidades de Estrasburgo y Maguncia.
Su familia escapa a Viena huyendo de los ejércitos revolucionarios franceses en 1794. Allí se casó con la condesa Eleanor Kaunitz. Estuvo al servicio de la Casa de Habsburgo como delegado de Austria en elCongreso de Rastadt (1797) y posteriormente fue embajador en Sajonia (1801), Prusia (1803) y Parísa petición de Napoleón (1806).
En 1809 fue ministro de Asuntos Exteriores y canciller tras las derrotas infligidas a Austria por el ejército francés. Tras la campaña napoleónica en Rusia, en 1812, realizó gestiones para formar una nueva coalición europea, que dos años después derrotaría al emperador francés. En el Congreso de Viena (1814-1815), se fijaron las nuevas fronteras de Europa tras la caída de Napoleón, Metternich evitó los planes de Rusia, que quiso anexionarse Polonia, y a los de Prusia que deseaba incorporar Sajonia a su territorio.
Creó una confederación de estados alemanes, la denominada Confederación Germánica, presidida por Austria, aunque no pudo establecer un acuerdo similar en Italia. Bajo su mandato como canciller Austriaco (1809-1848) mantuvo la situación política y territorial en Alemania e Italia, y fue el político más importante de Europa hasta que quedó apartado del poder tras la Revolución de 1848.
Metternich se mostró siempre poco favorable a la Santa Alianza, pero vigorizó, gracias a la Cuádruple Alianza en noviembre 1815, un sistema conservador, contrarrevolucionario y, al principio, anti-francés. Su idea era que, por medio de los congresos, se autorizase la intervención de las potencias allí donde el liberalismo amenazaba el orden establecido. Su mentalidad erradicó los movimientos liberales en Alemania, Italia y España.
No obstante, este sistema se desmoronó y tuvo que resignarse ante las independencias de Grecia y Bélgica en 1830.
Klemens von Metternich murió el 11 de junio de 1859 en Viena.
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